S.O.S: Me he perdido

“Cuando uno es joven quiere que todo llegue ya”, me dijo el otro día un experto de la publicidad en los medios. Consejos como este, que invitan a ser pacientes, he escuchado unos cuantos en el último año pero soy cabezota (y joven) y no me convencen.

Quiero ser periodista. Con todas sus letras y todo lo que implica. Que es una profesión sacrificada lo supe desde el día en que ocupé una silla en la universidad. Esto es una labor de valientes. Una forma de vida que bebe del sacrificio. Del esfuerzo. De la pasión. El periodismo sin vocación no es periodismo.

​Llevo enamorada de las letras desde que tengo uso de razón. ¡Dios sabrá cuántos libros me he leído! ¡Cuántas líneas habré escrito! Y las que me quedan. Puede que aún no haya encontrado mi sitio. Puede que me haya confundido. Puede que me haya perdido.

Hace dos días leí una carta que una amiga me redactaba por mi 17 cumpleaños. Me describía de una forma tan milimetrada y perfecta que consiguió, incluso después de tanto tiempo (ahora tengo 25), erizarme la piel. Me he dado cuenta de que hace ya meses que no dejo que el resto me conozca tanto como ella pudo hacerlo. Me pregunté por qué me había pasado esto.

En la confidencialidad de la conversación que mantuve precisamente ayer con la persona que más sabe de mí en el universo encontré la respuesta. “Antes eras natural, poco a poco (y algo tendrán que ver las redes sociales) has querido aspirar a la perfección y eso te frena”. Qué razón. Casi da miedo. Las redes sociales suman y restan muchas oportunidades y tenemos que encontrar el término medio. Del empleo excesivo de estas por parte del usuario se ha dado cuenta la propia red social, que ha sacado a la luz una funcionalidad que nos permite saber cuánto tiempo llevamos conectados y nos da un aviso cuando alcanzamos los minutos que nos hemos establecido como tope. Aunque, para qué nos vamos a engañar, algún tema legal habrá tras este lanzamiento porque no les es muy favorable.

Sé a dónde quiero llegar. Pero para alcanzar una meta uno tiene ante todo que ser natural. No compararse con nadie. Crecer solo y conocerse cada día un poco más. Sé a dónde quiero llegar. Pero para alcanzar una meta uno tiene a veces que dar unos cuantos pasos atrás y analizar en qué parte del camino se encuentra y cuál es la mejor forma de avanzar.

Avancemos.

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